Cambio de ginecólogo

No tenía previsto escribir hoy, pero ya que han ocurrido hechos importantes en mi camino hacia la maternidad, he creído necesario dejarlo plasmado aquí.

Como bien sabéis, la semana pasada acudí a mi ginecóloga habitual para que me dijera si seguía teniendo el folículo residual y si podía comenzar con el Omifín una vez la regla se hubiera dignado a aparecer. Además, la ginecóloga, muy amable ella, me tendió sendos volantes para poder hacerme un análisis de la hormona Antimulleriana y la Histerosalpingografía.

Hasta aquí todo correcto, y yo, ilusionadísima con que iba a ver avances en todo esto con resultados de nuevas pruebas.

El pasado viernes, hice la llamada telefónica de rigor a mi aseguradora, con el fin de obtener los códigos de autorización de ambas pruebas. Antes de seguir, me gustaría deciros que tengo la grandísima suerte, y me siento afortunada por ello, de que mi seguro me cubra 2 IA’s y 1 FIV en caso de necesitarlas, y que además, ya hayamos cumplido los 4 años de carencia que se solicitan para estos casos.

La operadora de la aseguradora me dijo que, para que me pudieran dar la autorización de la Antimulleriana, yo tenía que enviar escaneado (o fotografiado) el volante, y que para la Histerosalpingografía, era necesario que adjuntase también un informe médico.

En primer lugar, envié el e-mail con la fotografía del volante de la Antimulleriana. De este modo podría ir gestionándose hasta que yo pudiera ir a la ginecóloga a pedirle dicho informe para la Histerosalpingografía. Ayer lunes, fui a ver a mi doctora, y me tendió, tan amablemente como con los volantes de las pruebas, un escueto informe en el que indicaba que solicitaba esta prueba para hacer un estudio de esterilidad.

Nada más llegar a casa, seguí el procedimiento que me indicaron. E-mail con informe y volante adjuntos. Mientras tanto, yo llamé a la clínica dónde me realizaría la Histerosalpingografía para pedir cita. Me han dado las instrucciones que debo seguir y una cita el próximo martes 21/10/14 a las 9:30.

En cuestión de dos horas, la mandamás de mi aseguradora en cuestiones de fertilidad, me ha llamado por teléfono para explicarme, muy amablemente, que este tipo de pruebas se encuentran dentro del término de reproducción asistida, y que para llevarlas a cabo, tendría que visitarme en la clínica de infertilidad con la que ellos tienen convenio.

Vale. Pensaba que no tendría que recurrir nunca a esta parte de mi póliza de seguros, que me quedaría embarazada antes de que tuviera que echar mano de estas condiciones. Pues no. Si quiero que me hagan un estudio de esterilidad en condiciones, tengo que irme a reproducción asistida, y todo lo que ello conlleva.

Llamadas constantes a la aseguradora para pedir códigos de autorización (antes de visitarme en esta clínica ya me tienen que autorizar a ir) y un nuevo ginecólogo al que contarle mi vida.

Llevaré todas las pruebas que tengo, bien ordenadas en una carpeta verde de hojas plastificadas. Verde moco, porque no me sale decir verde esperanza ahora mismo.

¿Será majo/a? ¿O será el típico que ni te mira? A mi ginecóloga de ahora la tenía ya controlada, ya me sentía con confianza para decirle “G! Por qué no me mandas una histerosalpingografía, eh maja?”

Ahora mismo estoy asustada, porque no sé qué me voy a encontrar allí. Quizás me trata de tontalava y me dice que espere unos meses más, que para lo joven que soy… O a lo mejor tengo suerte, y son profesionales que están dispuestos a hacer su trabajo y a darme un volante válido para la Histerosalpingografía que tengo el martes que viene.

Deseadme suerte. El jueves, en cuanto llegue de la visita, me siento frente al PC y os lo cuento todo.