Maternidad

Primera clase de matronatación

20 julio, 2016

El otro día comenté (creo que por Twitter), que el lunes teníamos la primera clase de matronatación de Bichito. Primera y penúltima, porque son turnos de una semana, de dos clases cada turno. Yo llegué tarde y no tenía plazas para nada más, pero no quería quedarme sin probarlo porque nos planteamos apuntarnos en septiembre.

matronatación

He de reconocer que lo que más miedo me daba, era la logística. Es decir, el hecho de llegar, prepararnos, y entrar y salir de la piscina, ya que no dejan entrar a nadie más que a un solo progenitor, los vestuarios no están preparados para bebés y en teoría, tenía que dejar el carro atado fuera.

Todo me parecía muy complicado, pero era el único sitio con plazas, así que me lancé.

El problema de todo esto viene a raíz de que Bichito pesa mucho. Pesa muchísimo y yo no aguanto mucho rato con él en brazos.

Para facilitarme las cosas, me fui lo más preparada posible de casa. Llevaba el bañador puesto y encima un vestido, para que solo fuera quitármelo y listo. A Bichito también lo llevé de casa con el pañal de agua y el bañador puesto.

No pensaba ducharnos allí, ni mucho menos, así que en la bolsa tan solo llevaba nuestros gorros, el candado de la taquilla, 3 toallas (para mí, para él y para encima del carrito), pañales, mi ropa interior y la ropa con la que vestiría a Bichito al salir de allí.

Cuando llegamos allí nos abrieron la puerta, y efectivamente, el vestuario no estaba preparado. Había el cambiador de rigor, pero no daba para todos, obviamente. Una chica que ya había ido a otros turnos me dijo que aunque el carro había que dejarlo atado fuera, ellas lo dejaban allí dentro. Total, en ese vestuario solo están las mujeres que van con sus bebés y son comprensivas.

Así que, después de usar mi carrito como cambiador, y desvestirme mientras Bichito estaba bien sujeto, nos fuimos a la piscina.

Mi siguiente miedo era entrar en la piscina con mi bebote en brazos. Caerme o resbalarme con él, me daba cierto respeto, la verdad. Así que me senté en el borde de la piscina y de ahí salté (cubría por las caderas). Vi que el resto de madres y padres entraban por la escalera, pero yo me vi incapaz de seguirles.

Empezó la clase que duró 30 minutos. En ella hicimos varios ejercicios con tal de que los bebés se acostumbrasen al agua. El único nuevo era Bichito y yo ya lo llevaba entrenado de la piscina de mi madre. No lloró nada, es más, yo creo que le gustó. No tanto cuando lo zambullí, porque tragó agua, pero no se quejó igualmente.

Había una bebé que estuvo los 30 minutos llorando. Sin parar. Me sabía tan mal.

Los ejercicios que hacíamos se basaban en que chapoteasen, que hiciesen como si nadasen hacia juguetes, que reptasen por el borde de la piscina, incitarles a entrar a la piscina, zambullirlos y flotar boca arriba (esto es lo que menos gustaba en general).

Yo disfruté mucho y me alegré de haberme apuntado y tener esta experiencia.

Llegó el momento de salir de la piscina y enfrentarme a la dichosa escalera. Reconozco que me costó mucho. Estoy muy fofa, Bichito es enorme… ¡yo que sé! Una vez fuera, lo envolví en su toalla y nos fuimos al vestuario (yo no me sequé porque no tenía manos).

Con Bichito en brazos, abrí la taquilla, saqué la toalla que había traído para el carrito y la puse a modo de funda. Tumbé al peque ahí y lo dejé listo en un plis. Estaba agotadito, pues no había dormido mucha siesta, y se quedaba embelesado mirándome las tetas.

Me sequé y antes de poder ponerme la ropa interior, Bichito se puso a llorar. Así que tal cual, en bolingas, le di teta antes que nada. Se quedó tranquilo en el carro y ya pude terminar de vestirme.

Vi que otras mamis si que iban a la ducha a “hacer que duchaban” a los bebés, y les ponían crema detenidamente, los vestían, todo con mucha calma. Yo pensé que cuanto más rápido saliese de allí, antes llegaría a casa para darnos nuestra ducha/baño de la tarde.

En cuanto salimos del gimnasio y empezó el traqueteo de la calle, Bichito cayó en un profundo sueño. Así que me encontré con maridín y la primogénita, y fuimos a pasear.

Así transcurrió nuestro primer día de curso, y yo salí tan emocionada que me interesé por los horarios del curso que viene. Me gustaría mucho que Bichito se acostumbrase al agua y aprendiese a nadar desde bien chiquitín.

¿Vuestros bebés van a natación? ¿Cómo fue su primer día? Esta tarde repetimos la última clase, y estoy en lista de espera para el turno de la semana que viene… ¡ya veremos si falla alguien!

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    Barbara
    20 julio, 2016 at 9:02 am

    Al Cachorro la piscina le encanta, con zambullidas bajo el agua y todo. Un consejo para entrar y salir de la piscina, yo lo que hago es sentarlo en el borde, agarrarlo bien de un bracito y meterme yo, y ya desde dentro lo vuelvo a coger en brazos. Y a la hora de salir igual, lo planto fuera y subo yo por la escalera mientras lo tengo bien sujeto, y una vez fuera ya lo vuelvo a cargar.

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    La Hobbita
    20 julio, 2016 at 9:05 am

    Yo quiero llevarla a nadar!! A mi me llevaron de pequeña y el agua me relaja, me tranquiliza… Además, me muevo super bien en ella. Es una experiencia que quiero repetir con mi peque.

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    Mamadichosa
    20 julio, 2016 at 10:06 am

    A nuestra peque parece que le gusta bastante.Nosotros tenemos pisci comunitaria y de momento no ha llorado nunca en el agua. Parece que le gusta. Pero si que queremos llevarla a la pisci para septiembre, aunque lo mismo nos hemos quedado sin plazas… tendremos que mirarlo! Me alegra que hayais tenido una buena experiencia. Saludos!

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    Ariel Pop
    20 julio, 2016 at 10:42 am

    Pirata adora el agua desde su primer baño ya puso cara de placer. Así que decidí llevarle, me pasaba como a ti, mi niño estaba en percentil 97 y era un poco caos, mi espalda sufría bastante, pero con el tiempo empecé a organizarme mejor y cuando empezó a andar fue un alivio!.
    No nos dejan meter carro ni usar calzado de calle, pero los vestuarios tienen 2 cambiadores y 5 tronas, además de bancos donde cambiar al bebé sobre tu regazo.

    Sin duda nos encanta y en septiembre volveremos para el último curso de matronatación, a partir de los 3 años pasan a otro curso distinto.
    Apúntate y si puede ser en un sitio con vestuarios mas adaptados, mejor.
    Es fascinante ver lis avances, los circuitos que hacen cuando gatean, como se lanzan y sobre todo… como disfrutan.

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    Ana
    20 julio, 2016 at 3:51 pm

    Consejo: los pañales de agua pónselos justo antes de entrar al agua, no al salir de casa… Yo lo hice (pensando como es lógico que eran pañales normales) ¡y no absorben! No sé si su única función es retener una caca, pero el niño hizo pis con un pañal de agua puesto y me puso el carrito fino. Desde ese día se los pongo justo para entrar a la piscina, y nada más salir le seco y le pongo uno normal

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    Lina
    20 julio, 2016 at 8:39 pm

    En dos días me he leído desde el blog de tu positivo hasta este totalmente fascinada y deseando que mi embarazo transcurra tan rápido como leí el tuyo, estoy de 13+2 y es que hasta ahora mis malestares no me han dejado disfrutar mucho de mi estado, aun así me siento feliz de mi bebito, pero como sabes es desesperante a veces sentirse mas enferma que embarazada. Besos y muy lindo y sincero tu blog. Me encanta.

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    Maybe Baby Mom
    21 julio, 2016 at 5:49 pm

    Estoy deseando que Cachorrín cumpla los 6 meses para apuntarnos (y eso que aquí también hay leches para conseguir plaza así que más bien será para probar suerte)

    En lo que no había pensado es en toda la logística: carro, cambiarnos, ducharnos… y estoy como tú, tengo un chavalito de 3 meses y pasando los 7 kilos y medio! Así que tomo nota de todos tus consejos. A ver si puedo hablar con alguna mami que haya pasado por la piscina donde dan las clases para que me cuente que tal las instalaciones.

    Lo que me parece fatal es que solo pueda ir un acompañante. Hablábamos de que cuando llegase el momento nos apuntaríamos de fin de semana para poder ir todos juntos porque ya estaremos los dos trabajando para esa fecha.

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    Laura
    23 julio, 2016 at 10:57 am

    Yo tenía pensado llevarle a matronatacion pero luego me di cuenta que lo que hacen allí lo puedo hacer yo por mi cuenta. Voy cuando quiera sin horarios fijos y no me gasto el dinero. Ahora son muy bebés y los ejercicios son muy parecidos y muy fáciles. Simplemente es una adaptación al agua que puedes hacer tú con él jugando.
    Ya cuando son más mayores si que veo bien llevarles a clases. Imprescindible.
    Es mi opinión.

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    Erika
    25 julio, 2016 at 1:21 am

    Yo iré con Carlota en Octubre, a ver la experiencia. Me gusta mucho tu blog, eres una mamá muy positiva y “estás mu loca” en el buen sentido de la palabra, trasmites muy buenas vibraciones.

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    Ana
    9 agosto, 2016 at 12:42 pm

    Mi peque tb lloraba, lo mejor ponerle su primer traje de neopreno, dejó de llorar, se ve que le resultaba el agua fría, además de que flota mejor, un acierto vamos, os lo recomiendo 😉

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