Gracias a todos los comentarios que he recibido a través del blog, de Instagram y de Facebook, ayer hice una pequeña y rápida estadística y supe que la segunda noche de destete nocturno sería la peor.
Pero no ha sido así. Te cuento.
El modus operandi fue exactamente el mismo que el del día anterior. Bichito cenó y yo le ofrecí teta. Así pudiste ver en Instagram Stories como decía que no quería despedirse de la teta (¡si aún no me sigues en Instagram, ven ahora mismo!), pero fue cosa de dos minutos. Enseguida se desenganchó y le dijo adiós a las tetas.
Después de estar jugando un rato, de mirar cuentos, de bailar, ya vimos que estaba cansadete, así que maridín lo subió al carro y se lo bajó a la calle. Lo de dormirlo en la cama sin más será algo que hagamos más adelante, de momento lo que nos interesa es quitar la teta.
A las 21:30h ya estaba maridín en casa con el peque dormido y yo con la cena lista. Lo pusimos en nuestra habitación y, aunque se despertó una vez, volvió a dormirse él solo.
A las 23:30h nos fuimos a dormir ambos y maridín decidió pasarlo a la cama. Cuando lo hizo, me mandó un Whatsapp diciéndome que no se había despertado y que estaba super dormido.
A todo esto, y me parece un dato importante, le ponemos a Bichito un pañal Dodot 12h a las 8 de la tarde y ya no se lo cambiamos. Cuando le daba teta lo hacía yo al irme a dormir porque si se despertaba, era tan fácil como ponerlo en la teta. Pero ahora que se despierte, supone que llore, así que se lo cambiamos justo antes de bajar a la calle a dormir.
Seguí el consejo de una amiga y me puse tapones. Odio dormir con tapones pero sabía que sino me estaría despertando toda la noche y pasándolo mal. No te mentiré, volvía a estar nerviosa por ver como transcurría la noche.
Y de 23:30h a 4:30h, que por algún motivo me había quitado los tapones y escuché a Bichito llorar, berrear y gritar llamando a la teta. Me quedé despierta, esperando que dejase de llorar y así fue, duró tan solo 5 minutos y como había dormido 5 horas del tirón, ya estaba más feliz que una perdiz. Es más, estaba tan descansada que podría haberme levantado y empezar mi día ahí.
Pero no, volví a colocarme los tapones y seguí durmiendo.
A las 5:50h vino maridín a la habitación pidiéndome relevo, ya que necesitaba dormir un ratito antes de irse a trabajar. Acordamos la noche anterior que si le volvía a dar teta con el cambio de habitación, no pasaba nada.
Y como si él lo supiese, en cuanto me tumbé en la cama, Bichito se giró hacia mí y susurrando me dijo “tetaaaa”. Me hizo gracia porque me dio la sensación de que lo decía en plan “que no se entere papá, venga, dame teta“.
Le di, mamó durante unos minutos, se dio media vuelta y siguió durmiendo. Ya eran las 6 mañana, así que he decidido que me levantaría porque tenía la energía suficiente y así evitaba que Bichito me oliese y pidiese teta.
Y hasta las 7:45h que se ha despertado.
Cuando maridín se ha levantado, le he pedido el parte. Le he dado opciones, ¿cómo ha ido? ¿mejor, pero o igual?
Igual. No sé si eso es bueno o malo pero no ha sido la mala noche que esperaba. Igual que ayer, Bichito lloraba y sin levantarse de la cama, maridín le calmaba, le ha ofrecido agua (y ha bebido dos veces, a diferencia de ayer que no bebió ninguna) y ha seguido durmiendo.
No recuerda las veces que se ha despertado, pero imagino que habrá sido una cada hora, ya que los ciclos de sueño de Bichito son de 45 minutos a 1 hora.
Estamos animados y seguimos adelante con el destete, sólo que ahora queremos rizar más el rizo y es que si me cambio de cama de madrugada porque maridín no aguanta más, intentar no darle el pecho a Bichito si llora. Eso va a ser lo más difícil.
Ya te contaré como transcurre la tercera noche de destete. ¿Se parece en algo a cómo fue tu destete? ¿Crees que Bichito nos lo está poniendo fácil?
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2 comentarios
Ánimo campeona!!!
Me animó leer tu experiencia yo estoy ahora empezando también el destete y es muy duro