Ya estamos de vuelta en la rutina y las vacaciones de verano parecen muy lejanas. Para mí han sido unas vacaciones muy especiales porque Bichito ya “se mueve”. Entiéndeme, el año pasado era un bebé, pero este verano ha dado la guerra que tiene para dar, vender y regalar. Y ya está bien. Todos hemos podido disfrutar de sus travesuras, sus rabietas y de sus avances en el proceso del destete.
Hemos disfrutado de tres semanas de vacaciones que han estado divididas en tres destinos.
Hoy solo te hablaré de dos de ellos, porque el último, Copenhague, merece un post a parte que pronto tendrás.
Valencia
Empezamos nuestras vacaciones visitando a mi familia. Como ya te conté en un post anterior, Valencia Flats nos dio la oportunidad de alojarnos en uno de sus apartamentos durante dos noches.
El apartamento nos gustó mucho, esa es la verdad. Te enseñé todo en directo a través de mi Instagram Stories, pero poco más pude hacer porque nos pusimos muy enfermos.
Al día siguiente de llegar a Valencia, tanto maridín como yo caímos malos con fiebre. Él más en plan gripe y yo en plan gastroenteritis. Pero nos queríamos morir.
Además, teníamos un bebé de 19 meses que estaba on fire, que madrugaba muchísimo y que aún no se había acostumbrado a dormir sin teta con los dos juntos. Una auténtica locura.
Lo pasé bastante mal y el resto de días, estábamos a medio gas. Fue una verdadera pena porque los 5-6 días que estuvimos en Valencia no los disfrutamos apenas y nos fuimos de allí con muy mal sabor de boca.
No pude hacer todas las cosas que tenía planeadas hacer y eso me entristeció mucho.
Huesca
La siguiente semana la pasamos en el pueblito bueno. Allí teníamos entretenimiento asegurado con Bichito ya que estaban sus primos de 6 y 3 años. Juegan muchísimo juntos y enseguida establecimos nuestra rutina diaria.
Por las mañanas, bajábamos a la piscina hinchable que teníamos en el césped. Después de comer, paseábamos a Bichito para que se durmiese en el carro y empezó a hacer siestacas de 3 horas. Lo dejábamos cerquita de la bodega donde hacía fresquito y nosotros podíamos comer, hacer sobremesa y hasta ver un ratito la tele.
Cuando se despertaba y merendábamos, seguíamos disfrutando de la piscina con los primos y al final de la tarde, bajábamos a la pista con una de esas motos típicas de dos ruedas.
También nos aficionamos a bajar a la pista subidos en la Vespa de maridín. Sí, los tres. Yendo a 5km por hora y sin haber ningún tipo de tráfico. ¡Bichito disfrutaba como un loco!
Los días pasaron volando y disfrutamos muchísimo unos de otros, la verdad.
Al final, volvimos a Barcelona con no tan mal sabor de boca, pero aún así, el año que viene quiero hacer más turismo por Valencia con Bichito e incluso me planteo llevarlo en Fallas, que hace muchos años que no voy.
¿Cómo han ido tus vacaciones de verano? ¿Han ido tal y cómo esperabas?
1 comentario
Jo, qué rabia ponerse malo de vacaciones! Menos mal que al final sí pudisteis disfrutar el resto de días. Mis vacaciones fueron en julio porque aquí empieza el cole a mediados de agosto, así que sí que me quedan lejanas, pero vamos, disfrutarlas, las disfruté infinito, jeje.