Nuestro segundo día en Copenhague empezó a las 7 de la mañana. Se había hecho de día sobre las 5 pero gracias al universo, Bichito aguantó un par de horas más.
Después de desayunar, ducharnos, preparar mochilas y carro, conseguimos salir de casa a las 9.
Por si te lo estás preguntando, nos llevamos la Manduca, pero hace mucho tiempo que Bichito no quiere portear y sólo la usamos una vez durante 10 minutos. Así que el carro iba dónde íbamos nosotros y seguimos utilizando el BabyJogger City Tour, que por cierto fue genial durante todo el viaje y nos salvó las siestas de Bichito.
A primera hora pasamos por el parque København y vimos por fuera el Castillo de Rosenborg. Bichito estaba para dormirse y no queríamos pararnos, así que hicimos las fotos de rigor y seguimos caminando.
Allí me di cuenta de que había perdido el trípode de mi cámara y a pesar del disgusto, decidimos seguir disfrutando del día.
Aprovechando que Bichito dormía, paramos en Holm’s Bakery, una cafetería del centro, para tomar un redesayuno. 2 cafés con leche y 2 croissants creo que me costó unos 15€. Una auténtica locura.
De aquí fuimos hacia el Tívoli, el segundo parque de atracciones más antiguo de Europa. Abría a las 11h y nuestra idea era pasar allí unas cuantas horas para disfrutar del ambiente.
En este parque se paga una entrada y luego a parte, se paga la atracción en la que quieras subir. En función de la atracción, esta vale un tiquet, dos o tres, pudiendo llegar a valer un solo viaje, unos 6-7€.
Por suerte, las atracciones aptas para Bichito eran las que solo requerían un tiquet por cabeza (niños menores de un año no pagan, y prácticamente no se pueden subir a nada, así que PAGA TODO EL MUNDO).
Bichito y yo subimos en una atracción con dragones de madera que tenían una palanca que subía y bajaba el dragón. Le encantó.
Después se subió con su padre en unos coches que iban por un circuito. Al bajarse pedía más, jaja.
Cuando llegó su hora de la siesta y se durmió en el carro, maridín y yo aprovechamos para comer. Fuimos a un mexicano dentro del parque y tomamos unos tacos. Nos quedamos sentados descansando hasta que se despertó Bichito y fuimos a que él comiera la peor comida del mundo. Nuggets y patatas fritas.
Aunque nos sabía fatal, queríamos relajarnos y disfrutar. Por un día que comiese fritanga tampoco iba a pasar nada.
Cuando terminó de comer, estuvimos en un parque infantil dentro del Tívoli. Tenía una estructura súper grande de escaleras, redes y torres en las que también entraban los adultos que acompañaban a los más pequeños.
Maridín se metió ahí con Bichito y no exagero si te digo que tardaron unos 15 minutos en salir de ahí.
Sobre las 16h, y aunque nos estaba gustando muchísimo, decidimos que había llegado la hora de abandonar el Tívoli. Por estar en temporada alta, la entrada que se paga por la mañana ya no sirve para volver a entrar por la noche. Hay que pagar unos 5€ más.
Aunque no descartábamos volver para ver el Tívoli iluminado de noche, seguimos adelante con nuestros planes de visitar el Museo Nacional.
Según la guía (que era del 2015) todos los museos eran gratis, pero al llegar allí nos dijeron que no. Que desde el 2016 los museos se pagan. Total, quedaban 45 minutos para el cierre y decidimos que no pagaríamos por entrar.
Ante este giro de los planes, y siendo tan pronto como era (16:45h), emprendimos camino hacia el parque por el que habíamos pasado por la mañana e ir a la zona infantil.
Allí estuvimos un buen rato ya que Bichito se entretuvo un montón con la arena, y subiendo y bajando obstáculos. Como ves, el parque es súper sencillo y casi todo son elemento naturales, pero es muy espacioso y todo vallado.
Volvimos a pasar por el súper para comprar la cena de la noche. Al llegar a casa, ya que Bichito se había hecho caca con escape incluido en el parque, nos duchamos todos y estuvimos un ratito de relax viendo dibujos en el iPad.
Una vez más, Bichito cayó rendido y nos regaló otra noche del tirón.
Tienes el segundo vídeo de Copenhague aquí:
¿Conocías el Tívoli? ¿Te gustan los parques de atracciones?
¡Ve a nuestro 3er día en Copenhague!