Cuando yo era pequeña no comía nada. Recuerdo la eterna lucha de mi madre por hacerme comer (sin éxito) y siempre comía muy poquita cantidad o nada. No me gustaba la verdura, y la hora de comer siempre era traumática para mí. Tomé suplementos con la intención de abrirme el apetito y ni aún así. Finalmente el pediatra le dijo a mi madre que “ya comería cuando tuviese…